Cordón Umbilical: tiempo para el pinzamiento

El inmediato pinzamiento del cordón umbilical después del parto se ha convertido en una rutina en algunos países desarrollados, numerosos estudios en recién nacidos a término y pre termino han demostrado la seguridad y beneficio del pinzamiento tardío del cordón umbilical.

En los recién nacidos prematuros, el pinzamiento del cordón umbilical ha demostrado beneficios en la estabilización de la circulación transitoria, lo que reduce las necesidades de medicamentos inotrópicos y la reducción de las transfusiones de sangre, la enterocolitis necrotizante y hemorragia intraventricular.

 

En recién nacidos a término, este procedimiento se ha asociado a una disminución de la anemia por deficiencia de hierro y el aumento de las reservas de hierro con los posibles efectos de valor que se extienden más allá del periodo neonatal, incluyendo mejoras en el desarrollo de aspectos neurológicos a largo plazo.

La descripción completa de este articulo está disponible en : Obstet Gynecol.2014 Mar;123(3) 549-52

La depresión durante el embarazo

 

La depresión es una enfermedad común durante el embarazo, sin embargo, a menudo no se detecta y no es tratada adecuadamente. La depresión no tratada durante el embarazo se ha asociado con el incremento efectos adversos en los aspectos maternos, obstétricos y fetales; en consecuencia, es crucial es importante proporcionar un manejo eficaz y adecuado a las mujeres durante este etapa que en muchos casos es vulnerable.

 

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Obesidad y embarazo: Consideraciones metabólicas

Las tasas de obesidad se han incrementado de manera considerable en todo el mundo a proporciones casi epidémicas, esto obedece al resultado adverso de la salud materna y perinatal. Diversos estudios realizados recientemente evidencian que la obesidad materna está asociada a diversas complicaciones metabólicas como la diabetes gestacional, trastornos hipertensivos del embarazo, tromboembolismo, entre otras complicaciones, las potenciales consecuencias para la salud de la madre y el niño que suelen permanecer a lo largo de toda la vida. La fisiopatología subyacente relaciona la obesidad materna y las complicaciones maternas inicialmente con la alteración de los niveles de glucosa, metabolismo de los lípidos, inflamación, perturbaciones en adipoquinas y disfunción vascular, todos estas patologías han sido reportadas por diversos estudios científicos. Actualmente se están realizando diversos estudios de intervención que permitan determinar si la alteración del estilo de vida de la madre puede mejorar los resultados maternos y fetales, consideramos que estos estudios permitirán en los próximos meses tener nuevas evidencias para proponer un enfoque más minucioso que permita disminuir las complicaciones maternas y fetales producidas como complicación de la obesidad.

Pruebas prenatales no invasivas

En el caso de mujeres embarazadas que se consideraron en alto riesgo se les  ofreció un diagnóstico prenatal para detectar trastornos cromosómicos desde finales de 1960. La amniocentesis y el muestreo de vellosidades coriónicas, fueron los  métodos y pruebas más comunes de diagnóstico, ambos son procedimientos invasivos y plantean riesgos para la madre y el feto (más significativamente el riesgo de aborto involuntario de 1 en 200 a 400 y 1 en 100 - 200, respectivamente).

Un estudio informó de un evidente riesgo de aborto involuntario después de la amniocentesis. Mientras que las tasas de aborto espontáneo reales relacionadas con el procedimiento son discutibles, la mayoría de los médicos están de acuerdo en que existe un cierto riesgo inherente. Debido a estos riesgos, diversos médicos especialistas recomiendan la opción de la prueba de diagnóstico sólo para mujeres con alto riesgo de tener un feto cromosómicamente anormal. En un principio, la determinación de una población de alto riesgo se basó en la edad materna solamente, y cientos de procedimientos invasivos se realizaron para encontrar un feto afectado. La selección de estas mujeres ha mejorado en los últimos años a través de una combinación de la medición de los marcadores séricos maternos y más recientemente con la medición de la translucencia nucal (TN) fetal por ultrasonido.

 

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Reducción de la mortalidad materna de un tercio

El número de mujeres fallecidas por complicaciones del embarazo y el parto ha disminuido en un 34% (de 546 000 en 1990 a 358 000 en 2008), según un nuevo informe Tendencias de la mortalidad materna publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el Banco Mundial.

El avance es considerable, pero la tasa anual de reducción es inferior a la mitad de lo necesario para alcanzar la meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de reducir la razón de mortalidad materna en un 75% entre 1990 y 2015. Para ello es necesaria una reducción anual del 5,5%, y la reducción del 34% desde 1990 supone una reducción anual media de tan solo un 2,3%.

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